sábado, 12 de septiembre de 2009

sin arrepentimiento

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Todo oscuro, de un negro impenetrable, tanto que ni las manos podía verse. Pero habían desaparecido las tensiones y esa rigidez que hacía años ya dominaban su cuerpo y su mente, por fin se había ido esa angustia que lo abrumaba y machacaba a diario. Se sintió tan aliviado, tan liviano que pensó que si respiraba profundo podría volar, la oscuridad no era un problema sino un manto frío y refrescante.

Sabía que esos pocos segundos no serían eternos así que , conciente de aquello, los disfrutó tanto como pudo, luego, tras su clímax, apareció la incertidumbre.-

Y esto es todo?? Así nada más y para siempre??? se preguntó dudoso. No podía ser así. Recordó las clases de religión en el colegio, los enérgicos evangélicos en la plaza de su villa y hasta las películas del Nazareno para Semana Santa. No, no podía ser así, aunque, de cierta forma, se sintió nuevamente aliviado, aliviado de salvarse de caer en el fuego eterno e inmisericorde ése del que tanto hablaban algunos.
Desconcertado intentó, desplazarse, moverse hacia algún lado por breves momentos, y ya empezaba a sentirse inquieto al pensar en una oscuridad perpetua cuando las tinieblas se disiparon de a poco, hasta convertirse en una luz cálida y envolvente, y entonces lo escuchó:

- Porqué lo hiciste?
- Estaba cansado, muy cansado, sólo quería descansar.- respondió.
- No te gustó la vida que fue elegida para tí?.
- No.- contestó rotundo.
- No te gustó la vida que te tocó o no te gustó lo que hiciste con ella?.


Lo primero en que pensó fué en su mamá y en todo lo que ella hacía por él; pensó en sus hermanas que lo consentían; pensó en sus vecinos, ellos si que la habían pasado mal; recordó los buenos tiempos de liceo y los pololeos inocentes, las pichangas con los amigos, sin marcadores ni ganadores. Consideró todo lo bueno y después evocó como llegó hasta el punto en que una bala 9mm fue su única salida. Desenfrenos, engaños, deudas, presiones, insensatez, apariencias. Descontrol total.


- Ahoras vas a volver.- escuchó.
- Nooooooo.- A pesar del miedo que de pronto lo embargó, se imaginó con un rostro desfigurado al que nadie querría o en una silla de ruedas siendo un total dependiente del amor de su familia.
- Noooo.- insistió- No quiero.
- Amigo, todo se paga, pero en esta vida.
- Amigo??? Como que amigo?? No se supone que me digas: Hijo o algo?.
- Jajajaja con quien crees q hablas?? Yo soy apenas tu conciencia.



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