miércoles, 6 de julio de 2011

La posada

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Dicen que venía caminando desde el Oriente y que en sus ropas se notaban las muchas leguas recorridas.-
Su rostro, lejos de parecer cansado, lucía despejado, con una calma poco habitual que denotaba una tranquilidad en el alma que impedía dejar de mirarlo a quienes se cruzaban en su andar, la sensación de paz que irradiaba era muy atrayente.-
Al entrar en el pueblo de Santiago de la Nueva Extremadura, orgullo del reino, se dirigió a paso lento a una taberna, en donde, en una mesa, habían un grupo de jovenes aventureros y soñadores y en la otra se encontraban los poderosos, los ricos y los políticos del pueblo.-
Sentándose en una mesa desocupada pidió comida y vino. Como sus ropas mostraban una pobreza franciscana, la mesera quiso entablar coversación, con el sólo propósito de descubrir si el pasajero contaba con el oro suficiente para pagar su estadía.-
- Como te llamas viajero?.-
- Tengo muchos nombres, pero mis padres me bautizaron Santiago, como este pueblo.-
- Y porque tienes tantos nombres?
- Porque habiendo recorrido el mundo, en cada lugar aprendí algo nuevo y en todos esos lugares me quisieron y me apodaron de formas diferentes.-
- Y a que te dedicas?
- Soy Mago.- respondió sonriendo para sus adentros y tomando un trago.-

Ante la respuesta, el grupo de aventureros peregrinos que se encontraban en la mesa contigua, lo invitaron a su mesa, invitación que aceptó de buena gana, siempre le gustó estar sentado en una mesa con comida, bebida y grata conversación. Tras largas horas de historias y diálogos, los peregrinos estaban maravillados por las experiencias y sobre todo la sabidudía de este personaje venido del Oriente, cada palabra suya contenía una verdad demoledora, una lógica irrefutable y una enseñanza provechosa.-
Casi al amanecer, cuando la discusión giraba en torno a la pobreza, uno de ellos recordó la profesión del viajero y le señaló, en tono de broma-
- Tu que eres mago podrías hacer desaparecer la pobreza, el hambre, la desigualdad, la guerra, la discriminación y los abusos jaja-
- Podría- respondió, ante el asombro de los demás- pero el precio exigido para ello es demasiado alto así q no lo haré.-
- y cual es ese precio?- preguntaron todos.-
- la vida de un hombre bueno, si lo hago alguien morirá- respondió sencillo-
- pero no crees que la vida de un sólo hombre bueno es un precio justo con tal de eliminar todas esas atrocidades que asolan nuestro mundo??? Porque no lo haces?? Hazlo.-

Tanta fue la insistencia de sus contertulios, que el viajero sonrió tristemente y, resignado, asintió con la cabeza. Tomó el último sorbo de su copa y luego, concentrado y murmurando palabras inentendibles, hizo un gesto y desapareció la pobreza, hizo otro gesto y desapareció el hambre, otro gesto y extinguió la desigualdad, la guerra y la discriminación, finalmente hizo un gesto y desaparecieron los abusos.-

En la mesa de al lado, los poderoso, los ricos y los políticos hicieron un gesto y desapareció el Mago.-


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