lunes, 20 de junio de 2011

La noticia

Caminaba por la calle ido, sin importarle la lluvia que caía pq siempre le gustó mucho la lluvia, le recordaba el sur donde nació y se crió, muy lejos de la odiosa ciudad a la que se había ido a trabajar y en que se encontraba definitivamente instalado con su esposa y sus dos hijas.-
Caminaba por inercia en busca de un bus que lo llevara a su casa, no le importaba la gente, menos la lluvia, las emociones del momento eran demasiado grandes, casi no podía contener las lágrimas.-
Al pasar junto a una tienda de instrumentos musicales se detuvo, recordó que su Connie, su hija de 8 años, llevaba meses pidiéndole clases de piano, las que eran muy caras para su trabajo de oficinista en una empresa mediana de telecomunicaciones. Después de las clases de piano vendría inevitable y lógicamente, un piano, mas caro todavía. Sonrió.-
Ya en el autobús N° 24 recordó cuando esa mañana, al dirigirse a su trabajo vió el letrero en el negocio de Don Juan: Kino Acumulado, 5.800 millones a los 15 aciertos. Nunca había jugado esos juegos de azar, él no tenía suerte para eso y menos tenía la plata como para andarla botando, pero esa mañana se sintió distinto, como señalado por un dedo mágico y se revisó los bolsillos para ver si le sobraba algún billetito con el cual tentar a la suerte, pero no encontró nada, todo lo contrario, lo único que tenía era el dinero para la micro y para comprar el pan que su esposa le había encargado, ya estaban a fin de mes y eso se notaba.
Motivado, entró a la tienda y jugó como cualquier mortal, puros números de cumpleaños y el 7, de buena suerte, guardando cuidadosamente el boleto en su billetera. Pensó en darle un beso para mejorar sus posibilidades, pero lo encontró muy cursi.-
La radio del taxibús lo sacó de sus recuerdos y miró por la ventana, ya estaba mas calmado, pero todavía no lograba dar con la forma en que le daría la noticia a su mujer, no se fuera a desmayar o algo.-
Su parada. Bajó del bus y caminó por el pasaje en que quedaba su casa pero antes de entrar encendió un cigarrillo y comprendió que la mejor forma de darle la noticia a su mujer era en forma directa y clara: Lo habían despedido y no había comprado pan porque se gastó la plata en un cartón de Kino.-

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